Desde su fundación por el emperador Constantino, la Iglesia Católica se convirtió en una organización poderosa que utilizó la manipulación de los pueblos a través de la fe para subir y bajar reyes en Europa, Asia y África. La Iglesia también utilizó su poder para cambiar violentamente las creencias de los pueblos del mundo que podía someter. A pesar de las profecías de la Iglesia sobre el fin del mundo en diferentes épocas, esto nunca sucedió. Actualmente, la Iglesia está envuelta en escándalos y ha perdido la confianza de muchas personas. El Papa Francisco está tratando de salvar la dignidad de la humanidad sin atentar contra la diversidad religiosa.